Algunas veces en la escalada te encuentras en la situación en la que tu vida depende de una pequeña (casi insignificante) protuberancia que sobresale de la pared; A diferencia de lo que la mayoría de personas haría, ya sea por reflejo de supervivencia o por miedo, debemos de apoyar todo el peso posible sobre esta presa, darle fuerza para adherirnos a ella, y así... la presa mala se convierte en buena...
El reencuentro con el proyecto me daba una cierta incertidumbre incomoda, porque es más fácil dejar esperar que pase un milagro, a hacer que "pase un milagro". Pero últimamente había estado muy perceptiva a las señales, así que cuando mi inspiradora más grande me dijo que despertara, que hiciera algo, sabia que era una señal. Entonces allí estábamos en el muelle publico, esperando a una lancha que nos llevara a Jaibalito, el lago bastante tranquilo; se aprende a apreciar la tranquilidad del lago, una vez estuviste en medio de un viento de 21 nudos y olas gigantes, parece tan pasmado aveces... pero no hay que fiarse. Se llega al lugar aproximadamente en unos 25 minutos, depende el humor del lanchero.
A lo lejos se pueden ver las montañas de Jaibalito, que es una aldea de Santa Cruz La Laguna, tan verde, tan primitivo, y tan sorprendente... Así que al bajar de la lancha, solo queda caminar, ya que es la única forma de llegar. Recordaba que el terreno estaba lejos, que había que subir hasta la parte más alta del pueblo, luego encontrar el muro del río y luego subir la montaña.
A lo largo de todo el camino se pueden ver casas de adobe, siembras de café,niños jugando, perros tranquilos, que dicen todos que a la noche se convierten en fieras. Hay cierta paz y tanta autenticidad que no quieres que avance el tiempo.
Me pareció curioso encontrarme con una iglesia tan colorida que parecía la combinación entre un pizarrín y un palomar. Si algo bueno tiene que la arquitectura en Guatemala no tenga un estilo definido, es precisamente este tipo de obras espontáneas y peculiares. Sin duda no pasa desapercibida y puede usarse como un punto de referencia, también puede provocar una sonrisa a alguien que va despistado por el camino hasta que se topa con este monumento.
increíblemente ya existía un camino, una pena que lo encontráramos hasta que estábamos arriba... Al menos fue útil para bajar, sin rodar...El camino es bueno, se ve que mucha gente ya pasa por allí, las vistas cada vez mejores. Pero si algo concluí el día de hoy, es que todos creemos que tenemos las mejores vistas al lago... y al final siempre me sorprende, todas son las mejores, todas me hacen sentir afortunada, y cuando algo te hace sentir dichoso, llega a tu conciencia algo muy parecido a la felicidad.
Ya arriba sobre las posibles plataformas del proyecto, había tiempo de imaginar, de observar y respirar lo que seria estar allí por más de 3 horas. Las conclusiones fuerón las siguientes:
Acceso: 20 minutos desde el lago /dificultad para subir
Vista: Volcán Toliman y Atitlan, Cerro de Oro
Vegetación: Milpa, maleza e izote (sin comentarios...)
Fauna: Mariposas, abejas, abejorros, mosquitos, lagartijas
Sonidos: Ladrido de perros, gallos, parajos, iglesia
Temperatura: 25º al sol 22º a la sombra
Vientos predominantes: Norte, sur, oeste
Al bajar por el camino correcto, parecía más fácil y más cerca. Note que entrábamos al pueblo al ver un muro cercado con palo de bambú, tan bonito. Y luego el rotulo ART SHOW, al cual entramos por casualidad; la artista se acababa de bañar, estaba sentada en el patio, en bata secándose por el sol, me puse a pensar cuantas veces me había secado con el sol yo... muy pocas en realidad. Muy amable nos ofreció una taza de café, tardamos unos 5 minutos en reconocernos, y cuando lo hizo me abrazo y dijo que miraba a mi papa en mi, me contó todo sobre la vida en el lugar, se estaba desarrollando cada vez más, venia más gente y más joven me dijo, también me alerto sobre los perros y subir de noche a la montaña; muy importante, me recomendó materiales para construir, que era preferible encontrar materiales del lugar, ya que transportarlo todo requería el doble del esfuerzo, ella tenia un huerto con hiervas y otras legumbres; alquilaba su casa y vivía en otra casa más cerca del pueblo donde tenia su taller de pintura... y yo cada vez me enamoraba más!
Y bueno... no ha pasado nada todavía, ni siquiera han pasado 24 horas. Pero solo quería dejar constancia de que fue lo que pensaba en el día uno.
