Le Corbusier y la mujer maravilla en Paris

Esta había sido la 4 o 5 vez volvíamos a Paris, recuerdo bien como se sintió la primera, tan deslumbrante, intensa y llena de monumentos. Los monumentos y lo deslumbrante son inevitables siempre, la intensidad depende de los ojos que la observan y de la mente que los describe. 

El objetivo era claro, llegar a la exposición de Le Corbusier en el Centro Pompidou en el corazón de Paris,  esta era una exposición temporal sobre su obra escultorica y de pinturas, era otra faceta muy diferente de la arquitectura. Era la primera vez que entraba a este museo, las otras veces lo había visto por fuera, imaginando como seria subir por las escaleras eléctricas exteriores que hacen que este edificio parezca un transformer animado o un edificio de lego. El hall de ingreso era una plaza completa, compramos la entrada y subimos por las escaleras eléctricas, perdidas, subíamos y bajábamos, si te acercas a la orilla da un poco de vértigo ver la plaza de enfrente o mas bien, la plaza de abajo. 

 Las pinturas a simple vista parecían primitivistas, fuera de escala y proporción, pero mas bien eran esquemas claros de la ergometría humana, sus formas, sus movimientos, la naturaleza hecha pintura, es decir, no podía ser mas real que lo que había. Es solo que a veces no hay que ser tan detallado para mostrar la realidad.

Luego vi este dibujo de la iglesia de Ronchamp, tan colorido, donde quedaba claro que el concepto de esta iglesia era la luz, más allá que la cubierta exterior, las ventanas eran mágicas tan diferentes y cuadradas y siempre estaba allí, el ser humano, como medida de proporción, al fin y al cabo para ellos son los que hacemos todo esto ¿no?

Cuando salimos, de casualidad entramos a una galería de arte con obras de diferentes artistas que representaban superheroes, hacia un tiempo que no había visto algo tan cautivante, los amantes de los comics seguro se vuelven locos en este tipo de exposiciones. Era una exposición tan bizarra que no podías parar de mirarla, te gustaba ver como los artistas jugaban con los personajes (conocidos por todos) dándoles un lado humano, divertido y hasta un poco pervertido jajaja. Mas allá de los superpoderes.  Me gustaron mucho las de Greg Guillemin, que hacia close ups gigantescos de detalles de super heroes que con solo verlos sabias de que se trataban, que personaje era y que doble sentido le daba a su obra. Es como si para intuir algo no tengas que verlo en tanta perspectiva, sino basta un detalle, nada mas. Me hizo pensar en la belleza de lo simple, en la gracia de lo simbólico, en no darle vuelta a las cosas para expresar, que al fin y al cabo lo que queda es lo que te hizo "sentir" la pintura, da igual que tanto trabajo costo hacerla, ni que material tenga.

http://www.galerie-sakura.com/ficheproduit.php?&photography_ID=1405
 http://www.greg-guillemin.com